Le volvieron a dar un madrazo al coche, esta vez fué mas leve, pero la vieja que lo golpeo era una verdadera hija de la guayaba, mentirosa, fea, peleonera y demás virtudes que sería grotesco mencionar.
He decidido que quiero comprar un Jeep Wrangler (reforzado con tumbaburros o algo), para poder disfrutar de la próxima vez que estos asnos del volante se embarren contra nosotros, he dicho.
Subscribe to:
Post Comments (Atom)
No comments:
Post a Comment